La separación

Quería susurrarte al oído todo lo que una vez no dije, pensaba que al encontrarte por aquel parque a altas horas yo podría ir corriendo a tus brazos y darte un beso, esos besos de aquellos que a kilómetros puedes sentirlos cuando son anhelados quizás los encuentros con el pasado, en silencio y con deseo, suelen ser liberadores. Después de aquella noche en la que nuestros caminos se separaron nuevamente. Él debía volver con su ella, y yo debía seguir con mis planes. Pero después de aquella noche, dejé de extrañarlo, y pasé a pensarlo con nostalgia cada noviembre.